"Un rediseño web no es 'hacer todo rápido'. Es trabajar con foco, claridad y disciplina. Un rediseño no debería ser un dolor de cabeza."
Qué significa para vos

Cuando decimos 'rediseño en 30 días', el mensaje es directo. Vas a tener tu web lista en un mes, no vas a sufrir demoras eternas, y vas a saber qué pasa en cada etapa. Así entendés desde el inicio cómo se va a trabajar, sin sorpresas en el camino. Vas a tener visibilidad del proceso, paso a paso, y la tranquilidad de que tu proyecto avanza con orden y dentro del plazo prometido.
El proceso semana por semana

Cada semana tiene objetivos definidos y entregables concretos para mantener el proyecto en tiempo y forma:
Semana 1: Diagnóstico y definición
- El primer paso es entender tu negocio. Revisamos qué funciona en tu web actual y qué no
- Definimos objetivos: ¿querés más ventas, mejor imagen, más consultas?
- Armamos la estructura: qué páginas necesitás, qué contenidos son prioritarios y cómo debe ser la navegación
Semana 2: Diseño visual
- Con la estrategia clara, avanzamos al diseño. Se crean las primeras propuestas gráficas
- Definimos estilo visual, tipografía, colores, componentes
- El objetivo es que tu web refleje tu marca y sea atractiva para tus clientes
Semana 3: Desarrollo y armado
- Se construye la web en un entorno de prueba, se cargan los contenidos iniciales
- Se integran funcionalidades (formularios, catálogo, pagos, etc.)
- También se optimiza la velocidad y la versión móvil
Semana 4: Pruebas y lanzamiento
- Antes de salir al aire, se testea todo: botones, formularios, compatibilidad con celulares y navegadores
- Se corrigen detalles, se afina el rendimiento
- Finalmente se hace el lanzamiento oficial. En 30 días tenés tu web en línea, moderna y funcional
"Un rediseño web no es 'hacer todo rápido'. Es trabajar con foco, claridad y disciplina. Un rediseño no debería ser un dolor de cabeza."
Qué logramos con este método
Los beneficios de seguir una metodología estructurada son claros y medibles:
Con este proceso, el rediseño se convierte en un sprint breve, ordenado y con resultados concretos. La participación es clara. Vos como cliente sabés cuándo intervenir y cuándo dejar trabajar.
Conclusión
Un rediseño web no tiene por qué ser eterno ni caótico. Con un plan estructurado y plazos definidos, en 30 días podés tener un sitio nuevo, alineado con tus objetivos y listo para empezar a generar resultados.